Aqui escribiré lo que me dicte ese pequeño gato que tengo ocupando mi conciencia

martes, 12 de junio de 2012

Mirando a la Luna

Miro por la ventana, al cielo nocturno, y me sorprendo. Hay luna llena. Ese disco plateado que, aunque se que no es verdad, pareciera colocado ahí únicamente para que yo lo viera, en este instante preciso. 
La miro, y ella me mira.Me cautiva 
¿Como algo tan cotidiano, tan visto, tan escrito, como nuestro satélite, puede impresionar tanto? 
A veces la miro, como ahora mismo, y la imagino, ya no como lo que es, si no como un portal a otros mundos. Un espejo de Alicia el cual atravesar, acompañado de la mano de tu ensoñación. Donde perderse a voluntad propia, para luego volver, muchas veces sin saber que vistes, o donde estuviste, pero con el convencimiento de que fue algo precioso, espectacular... y propio.
Si el Sol nos muestra la realidad del día, la Luna nos descubre la magia y el misterio que entraña la noche, y lo hace temerosa de mostrar todos sus secretos. Pero cuando lo hace, cuando te enseña lo que ofrece, aunque sea un instante fugaz, no cambiarías esa confidencia ni por la mejor de las realidades.
En ese mundo de ensoñaciones me transporto en ocasiones. Por eso, si alguna vez me encontráis en cualquier lugar, mirtando al cielo nocturno, sin dar señales de respuesta, no intenteis hacerme reaccionar. No. Acompañarme y, tal vez, si prestais atención, veais todo lo que yo veo y, os aseguro, que sera espectacular. 

Un mapa con agujeros

Paseo por un mapa colgado en la pared, con recorridos trazados por la memoria con los pies descalzos. Lineas estrechas y rojas zigzaguean, con agujeros donde sentarse a ver pasar las horas. Pero no me paro, es peor. Recorro el mapa, de arriba abajo, de izquierda a derecha. Solo figuras sin forma. Oigo el mar, pero no lo veo. Sigo danzando por el mapa. Vuelo al Sur, vuelo al Norte, pasa el tiempo sin que mi mente se agote. Doy un paso, y estoy a kilómetros de donde me hallaba, en este mapa con agujeros que vuelven al principio. Corro, brinco, nado, con arena entre los dedos ando; no molestan, solo viajan conmigo. Son agradables, y lo agradable es bueno,¿no?
Camino entre colinas grises y ruinas verdes, en una visual dislexia. Otros paso, y las lineas rojas se ensanchan, aparecen más caminos, todos de muchos colores. no veo más allá del borde del mapa. Miro arriba, miro a los lados: no veo cosa alguna, ni natural ni humana. Respiro, y se llenan de noches mis pulmones. Cierro los ojos, y preparo el siguiente paso, sin saber donde voy. Avanzo.
¿Dónde estoy? No lo sé, a años luz de donde estaba, tal vez.
¿Dónde estoy? No lo sé, no noto nada raro...nada malo.
¿Dónde estoy? No lo sé, parece agradable...eso es bueno, ¿no?
Estaré bien.