Aqui escribiré lo que me dicte ese pequeño gato que tengo ocupando mi conciencia

domingo, 23 de septiembre de 2012

Un libro con las paginas en blanco


Entre la multitud, camina con paso vacilante. Sus pasos se dirigen a ninguna parte, sin rumbo, buscando algo que ya ha olvidado

Sigue andando. No destaca entre la multitud. Es una persona normal. Parece normal. Una entre tantas. Nadie la presta atención.

Su cara esta pétrea


A sus ojos le falta la chispa de antaño. Su mirada, vaga, vacía, refleja lo que por su mente pasa: el eco de un estruendo de pensamientos ya olvidados, pero un eco tan débil, que ni oírse puede. Y en los extraños y cada vez menos frecuentes momentos en que la lucidez quiere hacer acto de presencia, escapa por la puerta por la que asomo.

¿Habéis intentado coger agua en el cuenco de las manos para aplacar la sed, y, que por torpes o lentos, el ansiado liquido no llegaba a rozar vuestros labios, ya no digamos saciaros?

¿Imagináis la desesperación que se puede sentir al olvidarlo todo? No podéis, y ella, que lo sufre, tampoco, ni eso se la permite ya, no saber ni que debería estar sufriendo.

¿Qué haríais si se os privase de algo por que reír? ¿De algo por lo cual llorar? Ella no puede saber que la privan, ni lo podrá saber.
Ya no ríe. Ya no llora. Ni sonríe ni se enoja por nada. No tiene motivo para hacerlo, pues lo más importante que tenía lo ha perdido

¿Puede haber algo más terrible que el que te olviden? Si, olvidarte de ti mismo. Sumirte en un letargo hasta no ser tú, ni ser nadie.

Sigue andando, engullida por la gente. Se pierde entre ella…..desaparece 

domingo, 9 de septiembre de 2012

Free Falling


Odio cuando siento odio. Odio cuando lo siento al pensar en lo que antes quería. Es contradictorio: 2 mundos que se chocan, explotando. Siempre recurro al mar, pero es lo que más me calma, y por ello me zambullo en el. Pero ésta vez, es más difícil. Las palabras se me pegan en la piel, y a la calma se la lleva el viento. Olas tempestuosas se levantan, y me tragan. La tranquilidad que pronosticaba hace tiempo no vino, y la estupidez (¿o es lucidez?) me tambalea.
Pierdo el equilibrio
Sueños de fortalezas, de rejuvenecimientos, de gente que no es la que es y luego si lo es, de leones y de mansiones encumbradas… ¿Qué son? ¿Qué significan? ¿Todo uno o ni siquiera es nada?
Ya no estoy en el mar, estoy en una columna, y sigo cimbreándome arriba, perdiendo el equilibrio. El viento grita, porque se canso de callar lo que quería para soltar lo que debía. Mejor me dejo llevar ¿Verdad?
Abro los brazos. Ni el mar, ni la arena entre mis dedos, ni los aromas venidos por el viento. Ni el Sol, ni la Luna ( no por ahora) me harán entender. Debo oir y entender yo lo que me grita el viento.
Son vientos de cambio. ¿Los oís?
Me echo hacia atrás. Y caigo
Caigo